miércoles, 18 de marzo de 2015

2015/03/14 Por fin otra salida

...Y tras largos meses de sequía observacional, bien sea por las nubes, las fiestas o la falta de ganas,
volví a reunirme con parte de mi familia de amantes de los cielos estrellados para compartir otra noche de observación. Esta vez se reincorporaba después de una larga temporada Isabel, y nuestro Manu que también había tenido un parón por su reciente paternidad ¡Me alegro veros de nuevo!
Antes de anochecer los grupos estaban ya dispuestos cerca de nuestro particular Oasis de palmeras y ruinas de piedra, a un lado los astrofotógrafos; Manu, Daniel, Rafael y Javier que coqueteaba entre los dos bandos, al otro lado los Observadores Visuales; Luis y Jesús con prismáticos, Pepa, Ana, Oropesa y el que escribe con telescopios (la mayoría tipo Dobson) y una jovensísima Irene que se estrenaba en su primera salida con el grupo y que a ojo desnudo mapa en mano identificó prácticamente todas las constelaciones que desfilaron ante sus ojos ¡Enhorabuena campeona!

Al llegar la noche la negrura del cielo comenzó a resaltar el brillo de las estrellas, y entre ellas la constelación donde reside el alma de Osiris seguía siendo la más bella, Orión.
En ese momento, justo después de la puesta de sol, Jesús nos advirtió de un fenómeno visible al oeste en estos meses, La Luz Zodiacal, que se alzaba como una espada de luz difusa desde el horizonte hasta bien alto donde se encontraban las Pléyades. Nos dejó para el recuerdo esta fotografía del momento.

Luz Zodiacal

 Para probar la calidad del cielo dirigimos los telescopios a Júpiter, por el que comenzaba a aparecer justo en el limbo uno de sus satélites, Io, proyectando su sombra  entre las dos principales bandas ecuatoriales del gigante gaseoso. Pero la suerte estaba de nuestro lado, lo que parecía un único satélite en el otro extremo del planeta se desdobló en dos con el paso de los minutos, ¡habíamos presenciado un acercamiento de apenas 4" entre Europa y Calisto! No pude dejar de compartir esta curiosidad con el resto del grupo.

Antes de meternos en faena con objetos más complicados nos pasamos por Casiopea para hacerle una visita al cometa C/2014 Q2 Lovejoy, encontrándose  muy cerca de la estrella Ruchbah. Sigue siendo bastante luminoso con telescopio presentando un núcleo muy puntual dentro de una gran bola de luz, pero de cola visualmente... casi indistinguible del fondo.

Cometa Lovjoy junto a la estrella Ruchbah
Crédito: Norbert Mrozek

Nuestro primer objeto de cielo profundo, IC 2118 Nebulosa Cabeza de Bruja, se alojaba inmerso en las profundidades de la constelación de Eridanus, representación del río donde Faetón falleció al caer del carro de su padre Helios. Ha sido un reto frustrado no poder tan siquiera intuir la nebulosa de reflexión, sabía que era un objeto vetado de la observación visual pero no imaginé que fuera totalmente fotográfico. Lo intentamos Isa, Pepa y yo con todo lo que teníamos.

IC2118 Nebulosa Cabeza de Bruja
Crédito: Możesz oznaczyć

Saltamos ahora a la constelación de Cáncer, animal enviado por la obsesiva diosa Hera en uno de sus fallidos intentos por acabar con la vida de Hércules, aunque teniendo la prenda de marido que tenía... estaba hasta justificada su conducta  :)
Aquí tenemos un par de estrellas en la que nos detuvimos un buen rato.
i Cancri es una preciosa estrella doble que ya en el buscador del telescopio se desdoblaba por la separación de 30", pero a 76 aumentos es ya un espectáculo el contraste de color que presentan (amarilla y blanco azulada). Pude prever la reacción de Pepa cuando la observó — ¡Qué bonita es, qué colores tiene!— y es que a mi compi de observación estos contrastes de colores le encanta.
La otra de la que os hablaba, ζ Cancri, menos vistosa que la anterior, su encanto radica en la dificultad de desdoblar no las dos principales estrellas (separadas 7") sino una tercera componente a 1", poniendo a prueba la colimación de nuestros telescopios Newton y la calidad del cielo, creo que este último factor fue el que me impidió conseguirlo con claridad.

Desde aquí, no recuerdo porqué, terminamos recreándonos en la imagen que el cúmulo M46 nos mostraba en la constelación de Puppis, con la nebulosa planetaria NGC2438 visible entre las estrellas (aunque realmente están separadas, NGC2438 se encuentra a 2900 años luz de distancia mientras M46 lo está a 5400 años luz). Estos dos objetos en el mismo campo de visión llama mucho mi atención, ver estrellas jóvenes compartiendo imagen en el ocular con un cadáver también estelar ¡Uff!

M46 y nebulosa planetaria NGC2438

...Y como estábamos con cadáveres estelares nos fuimos a otro en la constelación de Camelopardalis, NGC1501 (Nebulosa Planetaria de la Ostra), la cual nos constó sudores encontrar, la nebulosa se presentaba como otra estrella de las tantas que entraban en el campo de visión. Una vez encontrada se nos mostraba una pequeñísima esfera muy tenue de un tono azul pálido en la que alberga su perla, la estrella central. Quiero pensar que pude intuir la estrella con visión lateral... A parte de apreciar un hueco central poco más de su estructura interna pude apreciar.

NGC1501 Nebulosa Planetaria de la Ostra
Crédito: Telescopio Hubble

Pero antes de llegar al anterior objeto nos recreamos en su vecindad en uno de los asterismos más bonitos que he podido observar, La Cascada de Kemble. La visión con los prismas 15x70 es impresionante, un río de luminarias de una gran delicadeza recorren todo el campo visible y en un remanso se aloja lo que José Luis Comellas define como  —un delicado polvillo de plata —,se trata del pequeño cúmulo estelar NGC1501.

Crédito: Greg Parker

Aún en Camelopardalis desperdiciamos un tiempo precioso en la búsqueda de la galaxia NGC2655, demasiado pequeña y débil como para sacar algún detalle. Lo mismo sucedió con el siguiente objeto en la constelación del Lince, el cúmulo globular NGC2419 Vagabundo Intergaláctico, que resultó tan débil que su naturaleza estelar la poníamos en duda.

Para descansar la vista de objetos superdébiles acepté la propuesta de Oropesa de visitar los cúmulos globular M3 y M5, así lo hicimos ¡Y vaya si lo disfrutamos! después de dejarnos la vista en los dos anteriores objetos estos grandiosos y abigarrados conglomerados de luminarias celestes (esto último me ha salido muy a lo Comellas) nos sacó varios Guaaa!!! Qué barbaridad!!! No pude dejar pasar que nuestra joven invitada, Irene, contemplara sus primeros globulares. Pendiente de su reacción advertí que se frotaba sus ojos llorosos, y comentamos:
- ¿Qué te pasa Irene? Te entiendo, es que estas imágenes son para emocionarse.
- No, no, me pasa siempre cuando cierro fuerte los ojos -respodió-, se me irritan.
- Ah, pues eso también, vaya palo... :)
Lo siento Irene, si no lo cuento reviento, jejeje.

Cúmulo Globular M3
Crédito: Robert J. Vanderbei

Cúmulo Globular M5
Crédito: Adam Block


Tras recoger los equipos, serían las 05:00 h, compartimos la recompensa al frío en forma de chocolatito y pastas entorno a un fuego imaginario.
Al salir con el coche puse rumbo a lo desconocido, y lo digo de forma literal porque me equivoqué de camino y arrastré a todos a que me siguieran por un cortafuegos de sierra, cosas del sueño...
Ya en casa, y en la cama bien agustito, al cerrar los ojos persistían las imágenes de los campos estelares observados, pensé entonces en la frase de la película 2010  “Dios mío, ¡está lleno de estrellas!”

Hasta la próxima!!


7 comentarios:

  1. Fue una salida observacional magnífica en todos los sentidos, y que volvemos a revivir leyendo tu detallada y simpática crónica.
    Muchas gracias por compartirla
    Una abrazo
    Jesús & Pepa

    ResponderEliminar
  2. ¡Que bien lo cuentas Manuel!. Gracias al gran grupo que es Astronomía Sevilla pasé una extraordinaria noche de observación. Tu relato me hace revivirla, muchas gracias por ello.
    Nos vemos en la próxima.
    Saludos
    Luis

    ResponderEliminar
  3. Una gran cronica Manuel, me alegro mucho que disfrutarais por fin de una buena noche de observación y tambien porque no decirlo siento un poquillo de envidia por no haber podido acompañaros, haber si para la proxima me puedo apuntar.
    un abrazo Mt.

    ResponderEliminar
  4. ¡Formidable esta crónica Manuel! Me ha gustado muchísimo y lo mismo que Tango algo de envidia siento por no haber podido ir a ver tanta hermosura como nos cuentas. Pero lo haces muy bien.
    Gracias, MR

    ResponderEliminar
  5. Magnífica crónica, Manuel.
    Un saludo,
    Salva.

    ResponderEliminar
  6. Magnífica Manuel. Como si hubiese estado allí con vosotros.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar