martes, 10 de septiembre de 2019

31.08.2019 Si no te arriesgas no ganas

Como bien dice nuestro compañero Javi -Si no arriesgas no ganas-, frase que pudimos constatar todos en nuestra última salida al Real de la Jara. El tiempo daba nubes hasta al menos la 1:00 de la madrugada, pero con más moral que el Alcoyano allí nos reunimos un grupo de aficionados.

Pepa (mi compañera de observaciones) y yo montamos nuestros telescopios algo apartados de los que se dedicarían a fotografiar para no ser molestados por las luces de los chiringuitos que montan para esta disciplina , envidiable por otra parte la cantidad de equipamiento electrónico e informático que instalaron sin tener claro si la noche les iba a ser propicia por las nubes.
Tras montar y tontear un poco con Júpiter y Saturno, que jugaban al esconder apareciendo de vez en cuando entre las nubes, nos dispusimos a cenar para dar tiempo a que mejorara el cielo.
Entorno al improvisado banquete nos reunimos un buen número de aficionados, muchas caras nuevas entre ellas que entran con muchas ganas y que rejuvenecen y llenan de energía, y otro grupo de viejunos que seguimos dando guerra y librando nuestras propias batallas para que los achaques, trabajo o problemas familiares no nos impidan seguir disfrutando de aquello que nos apasiona y emociona; reunirnos bajo un cielo estrellado y sentirnos insignificantes bajo él.
Nuestro compañero José María Fernández intentó inmortalizar la cena del impaciente grupo:

Aquelarre Astronómico
Crédito: José María Fernández  - cielosdeosuna.blogspot.com

Durante la cena pasó muy lentamente un coche desconocido, y es que quedaría perplejo de ver un montón de gente a oscuras sentados con unas extrañas luces rojas en las frentes... ¿Que pensaría que estaba pasando allí, sería un aquelarre de brujas o quizás un rito iniciático de alguna oculta logia? En fín, a mí desde luego me hubiera volado la imaginación, y es que de eso me sobra.
Tras una larga cena, ¡¡Milagro!! Todos lo dioses que esa noche nos vigilaban nos echaron una mano y despejaron totalmente el cielo para dejarnos una vez más buscar sus joyas ocultas.
Nos apresuramos entonces a los telescopios para no perder tiempo y comenzar con la observación.

Me dejé llevar por la lista de objetos que Pepa traía preparado para la noche, comenzando con la Nebulosa Omega o Cisne (M17) en la constelación del Sagitario, no podíamos dejar pasar el verano sin echarle un vistazo. José Luis Comellas en su Guía del Firmamento ya nos avisa sobre este objeto que es la nebulosa de emisión más brillante para un observador del hemisferio Norte después de M42.
Muy fácil de encontrar en el buscador por su luminosidad aguantó muy bien con grandes aumentos metiéndonos en la nebulosa a 173x. La visión de este objeto con filtro UHC es una delicia siguiendo todo su contorno en forma de Cisne, la verdad es que como bien dice Pepa, no se le encuentra la semejanza con la letra omega por ninguna parte, pero sí de un cisne posado en un inmenso lago negro.

Messier 17 - Nebulosa Omega o Cisne
Crédito: ESO

La sonrisa del gato Cheshire nos invitó a entrar en Capricornio donde visitamos el siguiente objeto (M30). Este abigarrado cúmulo globular, de los más vistosos sin duda del cielo, es muy fácil de encontrar partiendo de dos estrellas visibles a simple vista; zeta y beta de Capricornio. Sin duda lo más interesante, a parte de la densidad de estrellas, es las catenarias de estrellas que cuelgan formando una especie de M bajo la gran bola luminosa. A media que vamos subiendo de aumentos es más y más evidente la forma de estas guirnaldas estelares pudiéndose contar individualmente sus componentes. Me quedo con la preciosa imagen a 76x del cúmulo globular enmarcado por las estrellas HD206034 y la brillantísima 41 de Capricornio.

Messier 30 - Cúmulo Globular
Crédito: NASA - Imagen de Wikipedia

Entramos ahora en los dominios de Ladón, el gran dragón que vigilaba las manzanas del jardín de las Hespérides. Pepa se acordó de un par de estrellas dobles que no tienen desperdicio. Comenzamos por Kuma (Nu1 y Nu2 Draconis). Como dos ojos acechando en la oscuridad, así es como la describe mi compañera y no tuve más que darle la razón al observarlas a 173x, ¡Impresionaba imaginarlos! Se mostraban sin diferencias de color, ambas del mismo blanco. A través del buscador tenían la separación suficiente para ser desdobladas sin problemas ¡Me gusto muchísimo este par!

Estrella Kuma - Nu1 y Nu2 Draconis
Crédito: David Ritter - Imagen de Wikipedia

Pasamos a la siguiente doble, Arrakis, ¡Sí!, con el mismo nombre del planeta de la película Dune.
Por el buscador aparece como una sola estrella, no siendo posible desdoblarse hasta alcanzar los 173x. Tampoco aprecié diferencias de color entre ellas, ambas blancas a mi vista. La verdad es que después de observar Kuma esta nos resultó algo sosilla.

Por Draco quedaba también una nebulosa planetaria que había observado con anterioridad pero que tenía ganas de volver a meterle mano, se trata de la Nebulosa Ojo de Gato (NGC6543 o Cadwell 6). Para ver si merecía la pena perder el tiempo buscándola dado que la noche no era de las mejores, le pedí a nuestro compañero Jorge Gil que se adelantara con su telescopio robotizado, que en menos de 10 segundos centró el objeto, miró y con un -Adelante, tenéis trabajo- nos confirmó que merecía la pena. Se mostró con bastante brillo en mi buscador como una estrellita desenfocada de color azul. A 76x ya muestra una estructura no totalmente esférica, parece como si sobresalieran unos desgarros a derecha e izquierda del objeto. A 173x, con visión periférica, es evidente la existencia de lóbulos laterales y se adivina que algo se enreda en su interior con huecos oscuros alrededor de una estrella central ¡Es un objeto muy interesante de observar! Es curioso que lo observáramos mejor sin filtros UHC ni OIII.

Nebulosa Ojo de Gato - NGC6543
Crédito: NASA - Imagen de Wikipedia

Hasta ahora todo habían sido objetos fáciles y vistosos, pero mi compañera me preparaba un par de cometas que nos lo podrían difícil. El primero C/2018 N2 (ASSASN) de magnitud 12 en la constelación de Aries. Estaba muy cerca de la estrella HD15953, tras localizarla en el buscador mirada por el ocular y ni rastro del cometa. Vuelta a empezar para asegurarnos de estar en la estrella de referencia y otra vez al ocular, ni se intuía la dichosa roca helada. Así estaríamos como media hora hasta quedar agotados y dar la batalla por perdida, supongo que el cielo tampoco acompañaba esa noche.
Pasamos al otro cometa C/2018 W2 (Africano) de magnitud 9,4 que andaba por Perseo. Este, tras ser localizado por Pepa y ayudarme a encontrarlo mostraba una coma muy muy tenue, visible solo a través del ocular. Nos sirvió solo para hacer una mueca en la culata del telescopio, visto.

Viajamos ahora hasta una de las más hermosas constelaciones que existen, el Cisne. Animal elegido por Zeus para transformarse y seducir a Leda, o también la representación de Orfeo con su lira para rescatar del inframundo a su amada Eurídice.

Leda y el Cisne
Crédito: Auguste Clésinger

En la cola del Cisne se encuentra la estrella Deneb y muy cerca de ella la nebulosa en la que estuvimos realizando una serie de pruebas, la Nebulosa Norteamérica (NGC 7000). Por el gran tamaño de esta nebulosa no es observada por oculares ya que te encuentras literalmente metido dentro aun con pocos aumentos, pero sí es muy vistosa la imagen que nos ofreció a través del buscador aplicando por delante del ocular del mismo un filtro UHC, quedando la forma de la Norteamérica perfectamente enmarcada en el campo de visión y pudiéndose reconocer sus límites. Probamos la imagen con filtro OIII no siendo tan espectacular, y también con un filtro que nos cedió nuestro compañero Luis Fernández que realzó más si cabe la figura de esta delicia de Nebulosa. Recomiendo a todos que hagan esta observación de la Norteamérica por el buscador con filtro, ¡No decepcionará!

NGC 7000 - Nebulosa de Norteamérica
Crédito: Davide De Martin y el ESA / ESO / NASA Photoshop FITS Liberator

Terminamos nuestro recorrido por esta constelación con Omicron de Cisne, un sistema de estrellas triple (2 azuladas y una amarilla) que es un verdadero espectáculo a bajos aumentos.

Nuestro compañero Jesús nos regaló esta foto realizada durante el último tramo de la noche, perfecto broche final para una muy esperada velada con amigos con los que tanto disfruto bajo un cielo estrellado.

Cielo del Real de la Jara
Crédito: Jesús - Tiempodeestrellas.com


Serían las 7:30 de la mañana cuando llegué a casa, y como siempre tras una noche de observación, al acostarme, cierro los ojos y... ¡¡sigo viendo el cielo estrellado!!


Equipo utilizado:
Telescopio Dobson LB12” con buscador Lunático EZG-60.
Oculares: Moonfish 30mm (47 aumentos), Meade 26mm (58 aumentos), Nagler 20mm (76 aumentos), Explorer Scientific 14mm (108 aumentos), Explorer Scientific 8,8mm (173 aumentos), Hyperion 5 mm (304 aumentos), Barlow 2x Celestron Ultima.
Filtros: UHC 2” (Astronomik), OIII 2” (Baader)

8 comentarios:

  1. Manuel.,, que buena crónica muchas gracias por compartirla

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  2. Que buena selección de objetos disfrutásteis esa noche.

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  3. Maravilla de crónica...muentras la leía me sentía está allí con vosotros. Besazos

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  4. !! Os echo tanto de menos...¡¡
    Gracias por el precioso regalo.

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    1. Gracias a ti Plegue por pararte a leerla!! También te añoramos por aquí abajo

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